ESPAÑA 27/09/2000
Según informa la Dirección General de la Guardia Civil, la operación se ha desarrollado en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, Cádiz, Sevilla, Barcelona, Logroño y Toledo y en la misma se ha desarticulado una organización cuyas infraestructuras se extendían a un gran número de países como Reino Unido, Italia, Portugal, Bélgica, Rusia y Eslovenia.
Las investigaciones han permitido descubrir en los últimos meses que más de 433.000 litros han sido desviados de su destino, de los que han sido intervenidos cerca de 225.000.
Las pesquisas se iniciaron cuando se tuvo conocimiento de la existencia de una organización dedicada al transporte de alcohol y bebidas alcohólicas desde depósitos fiscales y bodegas de España y Portugal con destino a otros depósitos fiscales comunitarios o a terceros países en régimen suspensivo, sin satisfacer los impuestos especiales ni el IVA.
La defraudación consistía en la utilización de varios depósitos fiscales y bodegas situadas en Jerez de la Frontera, Cádiz, Sevilla, Barcelona, Logroño y Toledo para expedir la mercancía directamente a otro depósito comunitario, a un depósito de un tercer país o a otro español que se encargaba de reexpedir �ähasta su destino.
En el transporte de la mercancía, los conductores recibían órdenes de miembros de la organización que les indicaban el cambio del lugar de descarga, argumentando en unos casos el exceso de camiones en el lugar al que en un principio iba dirigido el producto y en otras que el almacén donde se dirigían correspondía al mismo propietario.
Ello sin que en ningún momento el alcohol y las bebidas llegaran a los receptores reflejados en los documentos.
Las investigaciones dejaron al descubierto una organización perfectamente coordinada, formada por personas con unas funciones y responsabilidades determinadas, cuyo único objetivo consistía en el desvío de estos productos alcohólicos, para vender el producto a un precio más competitivo y obtener cuantiosos beneficios.
De las más de cien transacciones investigadas, se ha podido saber que 28 de ellas, con un total de 433.115 litros, han sido desviadas de su destino y 14 han sido intervenidas por las autoridades aduaneras del Reino Unido, Italia y Portugal, correspondientes a unos 224.819 litros.
La valoración aproximada del fraude cometido hasta el momento es de 500 millones de pesetas, que podría ascender hasta los 1.500 en el caso de confirmarse el desvío del resto de las expediciones.
Esta red no sólo controlaba las empresas españolas sino que también contaba con la colaboración de otras en varios países como Bélgica, Gran Bretaña, Rusia y Eslovenia, donde se encargaban de la recepción del producto y búsqueda de clientes y de agilizar trámites y dar cobertura legal al mismo.
La Guardia Civil ha contado durante la investigación con la colaboración de las autoridades británicas y de la Agencia Tributaria, aunque la operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones en próximas fechas.