ESPAÑA 30/08/2000
El trabajo de investigación de un doctor de la Universidad de Valladolid revela que el aceite de girasol puede mezclarse ''perfectamente'' con el gasóleo como combustible en los motores diesel, aunque subraya que su utilización resulta ''más cara'' que la de los carburantes derivados del petróleo.
El profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la citada universidad Gregorio Antolín explicó que este aceite, igual que el de colza, puede mezclarse, puro o usado (frito), con gasóleo, hasta en una proporción máxima del diez por ciento, ''sin que su uso cause ningún perjuicio al motor''.
La utilización de este aceite como ''biodiesel'' tiene las desventajas, no obstante, de que el motor acusa una ''pequeña'' pérdida de potencia, ''aunque es imperceptible en la conducción y sólo se observa en los bancos de pruebas'', así como un ''mayor ensuciamiento'' por el depósito de residuos carbonosos del aceite.
Este problema de la suciedad de los filtros del motor, uno de los que se barajan, se solucionan con centrifugadoras en las almazaras que purifican el aceite.
Estas conclusiones, recogidas en la tesis doctoral ''Obtención y utilización de combustibles y derivados de aceites vegetales de girasol y colza en motores diesel'', concluyen que para que el motor pueda funcionar solamente consumiendo aceite de girasol o de colza ''habría que realizarle algunas modificaciones''.
La experiencia existente en este campo en España se ha dado en la cooperativa de El Tejar (Córdoba), extractora de aceite de orujo de oliva y de girasol, cuyas palas transportadoras funcionan ''perfectamente y sin ningún problema'' con esta mezcla de aceite de girasol.
También hay experiencias con aceites ya usados (de churrerías, hoteles y hospitales, por ejemplo), como la llevada a cabo en el Departamento de Termodinámica de la Universidad de Córdoba, donde un motor ''Perkins'' se ha mantenido funcionado sin parar con aceite puro usado durante cerca de 4.000 horas.
El trabajo del investigador respalda técnicamente la propuesta que realizó ayer a los transportistas, taxistas y usuarios el consejero de Agricultura y Pesca de la Junta, Paulino Plata, en la que les animaba a usar el aceite de girasol como combustible para los motores diesel.
El profesor señaló que estos aceites también pueden utilizarse como carburantes después de ser transformados en esteres metílicos -compuestos químicos que resultan de sustituir el átomo de hidrógeno del ácido orgánico del aceite por radicales alcohólicos-, que se podrían usar, incluso, en dosis puras del cien por cien.
También en este caso se aprecia pérdida de potencia del motor, aunque ''menor'' que con el uso de aceites mezclados con gasóleo.
Un estudio de viabilidad que llevaron a cabo la Universidad de Valladolid y la compañía petrolera británica Shell, la cual quería mezclar los esteres en proporciones de hasta el treinta por ciento, reveló que su utilización ''no resultaba viable'', al ser ''más cara'' que la de carburantes derivados del petróleo.
El investigador argumenta esta afirmación diciendo que la propuesta de Plata, que cifraba en alrededor de cien pesetas el coste del litro de aceite, la realizó sin tener en cuenta los impuestos con los que se gravaría, que suponen ''cerca del ochenta por ciento'' en los derivados del petróleo.
La iniciativa de Paulino Plata no significa ''ninguna novedad'', según Antolín, ya que el motor diesel, inventado por el ingeniero alemán Rudolf Diesel en 1897, fue concebido para funcionar sólo con aceites vegetales, y sufrió modificaciones posteriormente para adaptarse a los derivados del petróleo cuando éstos surgieron.