Ava-asaja tilda de mezquina la propuesta de reforma de la ocm de frutas y hortalizas presentada por la comisión europea

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) considera una absoluta mezquindad la propuesta de reforma de los Reglamentos 2200, 2201 y 2202, que conforman la Organización Común de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas, presentada el pasado lunes por la Comisión Europea. Esta propuesta sólo maquilla los enormes problemas que adolece el sector hortofrutícola y se basa en una total e insatisfactoria neutralidad presupuestaria, afirmó el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

La propuesta de la Comisión recoge un incremento del diez por ciento en los umbrales de industrialización de cítricos en detrimento de los umbrales de retirada, pero dicho incremento queda lejos de la realidad del sector, cifrada en, al menos, un 30 por ciento. Como novedad introduce la nacionalización de umbrales, cuyo reparto tampoco favorece a España al no contemplar nuestra capacidad productiva actual.

El documento fija además en sólo el tres por ciento del valor de la producción comercializable por cada organización de productores el porcentaje de ayudas para cofinanciar los fondos operativos, cantidad a todas luces insuficiente, cuando la solicitud del sector es del 4,5 por ciento. Con esta propuesta de reforma, no sólo nos coartan nuestra capacidad competitiva, en un sector donde la liberalización es una amenaza diaria, sino que también nos intentan regatear el presupuesto para modernización, denunció Aguado.

El sector hortofrutícola europeo representa un 16 por ciento de la producción final agraria y en cambio lo que recibe no llega al 4 por ciento del presupuesto comunitario. La presentación de este documento ahora supone una estratagema por parte de la Comisión para atemperar las enormes críticas que desde todos los países productores iba a recibir por el fracaso total de esta OCM, señaló Aguado, quien solicitó al ministro de Agricultura firmeza en la defensa del sector ante un proyecto que él mismo ha calificado de cicatero desde el punto de vista presupuestario.