ESPAÑA 01/12/2000
Mientras, el Gobierno del socialista Lionel Jospin, que reclamaba con insistencia acciones a escala europea, recibió buenas noticias de Bruselas.
La Comisión Europea propuso la prohibición de las harinas de carne en la alimentación de todos los animales durante al menos seis meses, y la destrucción de las reses de más de 30 meses, que no hayan sido sometidos a pruebas, para evitar un mayor contagio de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o mal de las ''vacas locas''.
Además, el Comité Científico Director de la Unión Europea consideró ''injustificadas'' las restricciones impuestas por España, Austria e Italia a las importaciones de vacuno francés e irlandés.
Alemania, que hace tan sólo diez días se había opuesto a la petición francesa de que se prohibieran las harinas cárnicas en todos los piensos, ha cambiado radicalmente de parecer desde que anunció la semana pasada sus primeros casos de vaca nativa enferma.
Las medidas propuestas hoy por la Comisión serán discutidas el próximo lunes por los ministros de Agricultura de los Quince, incluido el francés Jean Glavany, quien en los últimos días no ha disimulado su satisfacción de ver que Francia ya no estaba aislada.
A mediados de mes, en respuesta a la presión popular y política, el Gobierno de izquierdas de Francia anunció la suspensión de todas las harinas cárnicas para los animales.
Estas harinas, consideradas como el principal vehículo transmisor de la EEB -aunque hoy unos científicos expresaron sus sospechas de que el mal pueda estar en los pastos-, se prohibieron en Francia para los bovinos en 1990 y para los otros rumiantes en 1994, pero se seguían utilizando para alimentar a cerdos, aves, conejos y peces.
La suspensión de las harinas plantea el problema de su sustitución por proteínas vegetales -que escasean gravemente en la UE-, sin caer en el riesgo de importar más soja y otras oleaginosas transgénicas de Estados Unidos del otro lado del Atlántico, amén del quebradero de cabeza que supone eliminar millones de toneladas anuales de harinas y desechos animales en la UE.
El Ministerio de Agricultra galo anunció hoy otros cinco casos de ''vacas locas'', que elevan a 201 los confirmados en este país desde la aparición del mal en 1991, pero no ha contabilizado aún otros dos en el Este divulgados por las autoridades locales.
Mientras, unos 1.500 agricultores y ganaderos se manifestaron en Laval (noroeste), convocados por los principales sindicatos agrícolas (FNSEA y CNJA), para pedir más medidas de alivio ante la crisis. Hubo manifestaciones en otras ciudades.
Las ventas nacionales de carne de vacuno han caído casi un 50 por ciento en las últimas semanas, debido a la psicosis por el mal de las ''vacas locas'', mientras que las importaciones andan por los suelos.
El gesto hoy del Gobierno -76,2 millones de euros en préstamos a un interés del 1,5 por ciento-, que se suman a un paquete de 494 millones de euros para todo el sector bovino (desde ganaderos hasta mataderos, pasando por negociantes) anunciado hace nueve días, no ha satisfecho a la organizaciones del sector.
El plan ''sigue siendo muy insuficiente'' y los 76,2 millones de euros en préstamos responde de forma ''sólo muy parcial al desamparo'' de los ganaderos, sentenció la FNSEA.