ESPAÑA 01/12/2000
La mayor feria europea de ganadería, ''EuroTier 2000'', que concluyó en Hannover, contó con un éxito rotundo de asistencia, pero estuvo marcada por el miedo ante la prohibición de las harinas animales en Alemania y a su posible extensión a todos los países de la Unión Europea (UE).
El ambiente en la mayor feria de producción animal de Europa, que termina hoy, viernes, en Hannover era crispado; la incertidumbre, la inseguridad y la desconfianza dominaban entre los expositores y asistentes que todavía no saben qué puede ser de su futuro profesional.
En los pabellones coincidieron hombres de negocios en traje y corbata, que presentaron las últimas innovaciones técnicas del mercado, con ganaderos y agricultores, de aspecto más rústico (los bávaros suelen acudir con traje regional) que buscaban nuevas soluciones para su día a día.
En el pabellón dedicado a la producción ganadera de bovino, además de poder contemplar los mejores ejemplares de las primeras razas de vacas europeas, se pudo asistir diariamente a un foro sobre EEB en el que un grupo de expertos respondió a las dudas de los ganaderos, ya que este problema eclipsó otros asuntos en la feria.
Los científicos criticaron la forma en que han tratado el problema algunos medios de comunicación, sobre todo los diarios sensacionalistas, además de las últimas decisiones políticas que prohíben el uso de todas las proteínas animales en la alimentación de los animales para consumo humano.
''Desde el punto de vista científico no podemos concluir que las harinas animales sean el origen de la EEB (encefalopatía espongiforme bovina)... Los medios están concluyendo lo que los científicos todavía no sabemos'', explicaba el profesor de la Escuela Superior de Veterinaria de Hannover, Josef Kamphues.
Las harinas animales son parte de la aportación de proteínas animales en los piensos, además, se trata de una proteína barata.
Algunos de los problemas que ahora se plantean muchos ganaderos son ''el aumento de los costes de la alimentación de sus reses, problemas de adaptación de los animales a nuevos tipos de alimentación y el rendimiento de los nuevos componentes de proteínas'', explicó el profesor Kamphues.
Entre los asistentes a esta discusión sobre EEB se encontraba el el director de márketing en España de la empresa productora de proteína de plasma APC Europe, Lluís Herrera, quien mostraba su estupor por los últimos acontecimientos.
''Hay mucha preocupación porque hay mucho trabajo en juego y, además, no se puede meter todas las proteínas animales en el mismo saco'', comentó Herrera.
''Los científicos han reconocido que es un sinsentido prohibir la proteína de plasma porque entonces habría que prohibir también la leche, por ejemplo. Sí es necesario llevar a cabo controles sanitarios rigurosos en los mataderos para detectar los casos de enfermedad'', siguió explicando Herrera.
''Sálvese quien pueda'', con estas palabras manifestaba un productor alemán de harinas animales su rechazo a la política que el gobierno ha llevado a cabo desde el descubrimiento de los dos casos de ''vacas locas'' en el país hace una semana.
''Es un escándalo cómo se tratado el asunto, que no hayan concedido plazos de adaptación y que los costes los tengan que asumir los productores'', seguía quejándose.
Los expositores afectados cuentan que constantemente se preguntan ''¿sabes algo?'', ''¿se ha decido algo nuevo?'' y que de momento esperan la decisión de la UE el próximo lunes sobre la posible prohibición de las proteínas animales en todos los países de la Unión.
Pero en la feria ha habido algo más que miedo y desconcierto, también muchas innovaciones tecnológicas: un sistema electrónico de control y asistencia a los animales, un cerdo artificial capaz de estimular a las hembras que van a ser inseminadas o un sistema de medición de la temperatura de los terneros instalado en el abrevadero que permite saber inmediatamente si están enfermos.
A pesar de las fuertes discusiones en torno a la EEB y a la prohibición de las harinas animales, los organizadores consideraron que la feria, a la que asistieron 106.000 personas y más de 1.300 expositores de 36 países, fue un éxito.