Sector valora medidas ue pero insiste urgencia compras publicas

Los productores de vacuno de carne valoraron las medidas aprobadas ayer por el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea para solucionar la crisis generada por la enfermedad de las ''vacas locas'', pero insistieron en que Bruselas debe abrir urgentemente las compras públicas de carne.

Fuentes de la Asociación Española de Criadores de Vacuno de Carne (Asovac) consideraron, en un comunicado, que las medidas adoptadas por los ministros de Agricultura ''permitirán recobrar confianza de los consumidores en la carne de vacuno''.

Señalaron que a pesar del coste que tales medidas supondrán para los productores de vacuno de carne, Asovac ''siempre ha defendido la puesta en marcha de decisiones radicales, ante la gravedad de la caída del consumo en la Unión Europea'', que en España se sitúa actualmente en el 50 por ciento.

Los ministros de Agricultura han actuado, en esta ocasión, ''con decisión y contundencia, dejando a un lado las posibles discrepancias entre ellos y atendiendo a las exigencias de la opinión pública''.

Las mismas fuentes indicaron que la prohibición de las harinas animales, sin embargo, ''encarecerá el coste de la alimentación en la ganadería intensiva, en particular vacuno, porcino y avicultura, lo cual, a medio plazo, se trasladará en un incremento del precio de todas las carnes difícil de cuantificar''.

Matizaron que aunque en la alimentación del vacuno ya no se utilizaban las harinas animales desde 1994, la prohibición generalizada de esta materia prima ''obligará a la sustitución de esta fuente de proteína por otras de origen vegetal''.

La Unión Europea es ''deficitaria en proteínas vegetales, sobre todo de soja, que debe ser importada en su mayoría de países terceros, por lo que la mayor demanda de esta proteaginosa disparará su precio, lo que repercutirá en el coste de piensos compuestos de todas las especies'', apostillaron.

Asovac explicó que ''la obligatoriedad de que no entre en la cadena alimentaria ninguna vaca de más de 30 meses, que no haya sido sometida al ''test Prionic'' de detección rápida de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), ofrecerá una seguridad adicional a los consumidores.

El ''test Prionic'' supone una prueba ''infalible que confirma definitivamente que el animal está libre de la enfermedad''.

Esta asociación lamentó, sin embargo, que los ministros hayan aplazado la apertura de la intervención pública de carne de vacuno hasta el Comité de Gestión del próximo 12 de diciembre, porque que la situación del mercado es muy grave y los productores esperaban ya la puesta en marcha de las compras públicas con carácter inmediato''.

El gerente de la Asociación Nacional de Productores de Vacuno de Carne (Aprovac), Manuel Conde, calificó de positivas las medidas adoptadas por los Quince porque ''van a contribuir a ganar la confianza del consumidor''.

Conde matizó que a partir de ahora los consumidores que no compren carne será porque ''no les gusta o no pueden'' porque las medidas adoptadas por los Quince reforzarán las garantías que ya se habían puesto en marcha para salvaguardar la sanidad animal y la salud pública.

Subrayó que una vez que se ha desechado el riesgo para la salud pública, el problema ahora es solucionar la grave crisis que atraviesa el sector productor, con una pérdida constante de renta, mediante indemnizaciones por los animales sacrificados y aumentando el importe de las ayudas comunitarias.

Aprovac demandó una renegociación del régimen de ayudas encuadrado en la Organización Común de Mercado (OCM) del sector, que permita a España aumentar el cupo de terneros machos que tiene derecho a cobrar la prima especial, ya que los 714.000 animales actuales son ''insuficientes'' y este año el sector sufrirá una penalización en las ayudas del 40 por ciento.

Valoró el acuerdo político de flexibilizar la intervención pública para dar ayudas de mercado para almacenar los excedentes provocados por la caída del consumo, pero pidió que el Comité de Gestión de la UE del día 12 apruebe compras públicas ''rápidas, sin límite de peso, para machos y hembras, y a un precio fijo''.

A juicio de Aprovac, los organismos de intervención públicos deberían comprar entre 90.000 y 120.000 toneladas de carne (entre un 15 y 20 por ciento de las 600.000 toneladas que se producen anualmente en España) para que el mercado vuelva a la situación anterior a la crisis de las ''vacas locas''.

Esta asociación apoya que se retire de la cadena alimentaria los animales de más de 30 meses a los que no se les haya realizado el ''test'', pero solicitó que Bruselas no sólo financie en un 70 por ciento el coste de esta medida a partir del 1 de julio, sino que realice esta aportación si el ganadero decide sacrificar la res a partir del 1 de enero.