ESPAÑA 12/12/2000
Los puntos principales del acuerdo alcanzados ayer, lunes, por los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea (UE) sobre la reforma de las instituciones para afrontar la ampliación a 27 miembros son los siguientes:
- REPARTO DE VOTOS
Fue el punto más difícil de cerrar e incluso estuvo a punto de hacer fracasar la cumbre de Niza, ya que los países ''pequeños'' y ''medianos'' se quejaron de que la fórmula favorecía a los ''grandes''.
En el nuevo sistema, que irá de 29 a 3 votos, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia tendrán 29 votos cada uno, en lugar de los diez actuales, con lo cual se mantiene la paridad entre Berlín y París a la que Francia no quería renunciar, a pesar de que tiene 23 millones de habitantes menos que Alemania.
España tendrá 27 votos (frente a los 8 actuales), al igual que Polonia, uno de los doce candidatos que negocian su adhesión. Los dos países tienen población similar.
El sistema de mayorías y minorías acordado es sumamente complejo y establece varias llaves y ''redes de seguridad''.
En una Unión de 27 miembros habrá 345 votos. Se fija el umbral de la mayoría cualificada en 255 y la minoría de bloqueo en 88 votos desde el 2005, llegando a 91 (tres ''grandes'' y un ''pequeño'' que no sea Malta) cuando hayan ingresado los 12 candidatos.
No puede haber una mayoría cualificada si la mayoría de Estados se oponen. Además se ha creado una llamada ''cláusula de verificación demográfica'', que puede invocar un estado y que fija una mayoría del 62 por ciento de población.
Esta compleja formula supone, en la práctica, dar un mayor peso a Alemania, con mucho el país más poblado de la UE con sus 82 millones de habitantes.
Con respecto al Parlamento Europeo, el número de escaños subirá de los 626 actuales a 732, con lo cual se supera el techo de 700 que los Quince habían marcado en Amsterdam.
El futuro Parlamento tendrá 99 diputados alemanes, 27 más que los tres siguientes más representados (Reino Unido, Francia e Italia), mientras que España y Polonia estarán a la par con 50.
Malta, que como Polonia es uno de los doce candidatos que negocian su adhesión a la UE, está en cola con 5.
Los Quince han jugado con las cantidades de escaños en el Parlamento para compensar en parte las disparidades en los votos en el Consejo de ministros.
- TAMAÑO DE LA COMISION EUROPEA
Al igual que el reparto de votos, éste era un tema que los Quince no habían podido resolver en Amsterdam y que enfrentó a ''grandes'' y ''pequeños''. Los ''grandes'' querían una Comisión reducida en una Unión de 27 miembros para funcionar con eficacia.
El compromiso de Niza deja para un futuro sin fecha una decisión sobre la reducción de la Comisión: cuando la UE tenga ya 27 miembros, se decidirá, ''por unanimidad'', el número definitivo de miembros del Ejecutivo comunitario, que deberá ser inferior a 27, y se establecerá un sistema de rotación ''igualitaria'' aunque la composición de la Comisión deberá reflejar ''satisfactoriamente'' el abanico demográfico y geográfico de todos los Estados miembros.
Se refuerzan los poderes del presidente de la Comisión, quién será designado por los Estados miembros por mayoría cualificada, en lugar de por unanimidad como ahora, y cuyo nombramiento será sometido al Parlamento Europeo para su aprobación.
- DECISIONES POR MAYORIA CUALIFICADA
El objetivo era extender la mayoría cualificada a unas 50 áreas, algunas muy sensibles como fiscalidad, justicia, inmigración, política social, cohesión o comercio exterior.
En unos 40 temas, en su mayoría técnicos, las decisiones se tomarán por mayoría cualificada, pero en las áreas sensibles, la formula encontrada en Niza tras arduas negociaciones consolida al menos durante un tiempo el derecho de veto en fiscalidad (Reino Unido), asuntos sociales, cohesión (España), asilo e inmigración (Alemania), y comercio exterior en temas culturales y audiovisual (Francia).
- COOPERACIONES REFORZADAS
Este cuarto capítulo no era, como los otros tres, un ''fleco'' de Amsterdam, sino que se decidió este año: el objetivo es permitir a grupos de países ir más deprisa en la integración. Para formar una cooperación reforzada harán falta al menos ocho miembros, según el acuerdo que fija las reglas para crear y tomar decisiones.
Por insistencia del Reino Unido, se ha excluído la defensa de las cooperaciones reforzadas en materia de política exterior y de seguridad común.
- EL FUTURO DE LA UE DESPUES DE NIZA
Tal como reclamaba el Gobierno alemán, presionado por sus ''Laender'', los Quince han acordado convocar para el 2004 una nueva conferencia para, entre otros puntos, delimitar de forma ''más precisa'' las competencias entre la UE y los Estados miembros, ''conforme al principio de subsidiariedad''.
Un principio por el que la UE sólo actúa en asuntos que no pueden resolverse a nivel nacional con el fin de preservar el máximo nivel posible de soberanía de los Estados en el marco comunitario.
El acuerdo para convocar una nueva conferencia representa la gran victoria de Alemania en Niza.
Los preparativos de la conferencia arrancarían el año próximo. Además de delimitar las competencias, se abordarían el estatuto de la Carta de Derechos Fundamentales proclamada por los Quince al inicio de su cita en Niza el pasado jueves, el papel de los Parlamentos nacionales en la ''arquitectura'' europea, y la simplificación de los tratados en aras de una mayor claridad.
- PREVENCION DE CRISIS COMO LA DE AUSTRIA
Para evitar una repetición de la crisis desatada en la UE por las sanciones bilaterales contra Austria tras la entrada de un partido considerado extremista y xenófobo de ultraderecha en el Gobierno, se ha decidido en Niza reformar el artículo 7 del tratado.
Ese artículo prevé una suspensión de los derechos de voto en las reuniones europeas para un Estado miembro que contraviene los principios ''fundadores'' de la UE como la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales. Una decisión que requería la unanimidad y cuya aplicación era prácticamente imposible.
Según la modificación acordada, el Consejo de Ministros de la UE, por una mayoría del 90 por ciento y tras obtener el asentimiento del Parlamento Europeo, puede determinar que hay un riesgo claro de violación grave de los principios fundamentales de la Unión y decidir ''aplicarle las recomendaciones apropiadas'', pero antes debe escuchar al país concernido.