ESPAÑA 19/12/2000
La superficie mundial sembrada con cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos ha crecido este año un 11 por ciento y se sitúa en 44,2 millones de hectáreas, según el ISAAA, instituto encargado de analizar la evolución internacional de las citadas cosechas.
La extensión actual que ocupan las producciones con OGM puede compararse al doble de toda la superficie agrícola española, según un avance del informe del ISAAA, difundido por la fundación Antama.
En Europa, la superficie se mantuvo en 100.000 hectáreas, mientras que en España, donde asciende a 20.000 hectáreas, tampoco hubo cambios importantes, según estimaciones de Antama.
El país que ha experimentado este año un mayor aumento de hectáreas es Argentina -un 49 por ciento-, que ha pasado de cultivar 6,7 millones en 1999 a los diez millones actuales, apunta el ISAAA.
Señala que en los Estados Unidos se cultivan en la actualidad 30,3 millones de hectáreas con transgénicos, el 5,5 por ciento más que en 1999, mientras que en Australia, Sudáfrica y China también han experimentado un aumento considerable en el número de superficie sembrada.
Por el contrario, en Canadá se ha reducido en un millón (un 25 por ciento) el número de hectáreas, hasta sumar tres millones, debido a la bajada de los precios de la colza, el principal OGM cultivado en aquel país, por lo que los agricultores han decidido dedicarse a otras producciones.
Las mismas fuentes apuntan que a mayor distancia, y dentro de Europa, Alemania y Francia mantienen una extensión de transgénicos similar a la de 1999, pero aumentan las cosechas de soja y patatas modificadas genéticamente en Rumanía y de maíz tolerante a herbicidas en Bulgaria.
En cuanto a tipos de cultivos, la soja ocupa el primer puesto (58 por ciento de la superficie), con 25,8 millones de hectáreas; el maíz abarca el 23 por ciento, con 10,3 millones de hectáreas, el algodón, el 12 por ciento, con 5,3 millones y la colza, el siete por ciento, con 2,8 millones de hectáreas cultivadas.
El citado documento indica que las modificaciones genéticas más utilizadas por los agricultores son organismos tolerantes a herbicidas (74 por ciento) los resistentes a insecticidas (19 por ciento) y las semillas que incluyen al mismo tiempo las dos primeras propiedades alcanzan un porcentaje del 7 por ciento.