ESPAÑA 21/12/2000
El nuevo caso de vaca con encefalopatía espongiforme bovina (EEB), confirmado por las autoridades sanitarias de Baviera (sur del país), sigue la tónica de los dos precedentes, en el sentido de que los animales no se criaron en una factoría industrializada, sino en una explotación de carácter familiar.
Existe una ''documentación sin lagunas'' desde 1983 sobre el pienso utilizado en la granja donde se localizó ese tercer animal enfermo, de la localidad de Cham, informaron fuentes de ese municipio bávaro.
Desde que apareció la primera res enferma nacida en Alemania las autoridades alemanas han reconocido que no puede haber una ''garantía al cien por cien'' acerca de que el vacuno que llega a los mercados no esté infectado.
La ministra de la Salud, Andrea Fischer, ha recomendado consumir carne procedente de granjas biológicas o familiares y de mataderos ''de confianza'', ya que se considera que el riesgo es menor que en explotaciones agropecuarias industrializadas.
Las 200 cabezas de ganado de la granja de Cham serán sacrificadas en los próximos días y su carne destruida, tal como ocurrirá con las 88 de la otra explotación bávara donde el pasado fin de semana apareció la segunda vaca con EEB nacida en el país.
Alemania se consideraba país ''libre'' del mal de las vacas locas hasta finales de noviembre, en que apareció un primer caso de res enferma en el norte del país.
A raíz de ello, el gobierno aprobó con carácter de urgencia la prohibición total e indefinida de los piensos cárnicos, así como la obligatoriedad de hacer el test de detección de la EEB en toda res sacrificada mayor de 30 meses.
Con la entrada en vigor del control obligatorio salieron a relucir esas dos nuevas vacas enfermas en el sur del país, mientras se espera la confirmación de un tercer caso sospechoso en la misma región.
Entretanto, entre el ciudadano alemán se extiende la alarma ante la posibilidad de que el EEB se haya extendido también a salchichas y embutidos a través de ingredientes de vacuno presentes en la charcutería.
El gobierno considera que, por el momento, no hay razón para retirar del mercado esos productos, aunque la propia Fischer ha reconocido que ''yo, personalmente, no los compraría''.
Expertos en dietética han advertido que el riesgo de ingerir los denominados ''tejidos de riesgo'' -especialmente, sesos o médula de vacuno- afecta no solo a las especialidades a base de res, sino también en los embutidos de pavo u otras aves.
La cámara de Agricultura del estado de Schleswig Holstein, donde se encontró la primera vaca alemana con EEB, ha alertado asimismo en contra de alimentos precocinados, como las pizzas de salami, en los cuales no consta la composición precisa del citado embutido.
