Xunta desvincula aparición vacas abandonadas con eeb

La Consellería asegura en una nota que el caso de las vacas muertas abandonadas data del mes de septiembre, descubierto en noviembre, sobre el que se levantaron tres actas de inspección por los servicios veterinarios de este departamento.

A mediados del pasado mes de noviembre, los servicios de la Guardia Civil informaron de la presencia de tres vacas muertas en el lugar de Fraga do Cancelo, del municipio coruñés de Aranga.

Una vez notificado el caso, un veterinario de Agricultura se desplazó al lugar y levantó acta de inspección.

Según las indagaciones de los servicios veterinarios, se trata de tres cadáveres de ganado bovino: dos son restos óseos diseminados por la fraga, y que llevan allí desde septiembre. Otro cadáver se encuentra en avanzado estado de descomposición, carece de marcas de identificación en las orejas y lleva un mes abandonado en el fondo del barranco.

Tal y como consta -dice la Consellería- en dos actas de inspección anteriores, el caso ya fue notificado al Ayuntamiento para proceder a la retirada o eliminación de estos restos y la Policía autonómica mantiene abierta una investigación.

Fuentes de Agricultura consultadas indicaron que la recogida de las vacas compete al ayuntamiento, al que se presta asistencia técnica para la retirada de las reses, puesto que presenta gran dificultad, al ser un barranco de difícil acceso, al que no se puede desplazar un vehículo.

Por ello, posiblemente las reses muertas serán enterradas en cal viva en el mismo barranco en el que fueron abandonadas.

Insiste la Consellería en que se trata de un caso anterior, y sin vinculación alguna, al sistema de recogida de animales muertos en explotaciones, puesto en marcha tras el real decreto que establece la obligatoriedad de la retirada e incineración de las reses.

La Xunta destaca que el abandono clandestino de animales es un delito contra la salud pública tipificado ''desde siempre'' en la legislación, y que comporta graves sanciones para los responsables.

Indica que la ''utilización'' de este caso, y las declaraciones del responsable de la Federación de Productores lácteos, Manuel Bouzas, ''intentando vincular el caso de Aranga al sistema de recogida de reses muertas y justificando actuaciones ilegales de este tipo'', sólo pueden ser calificadas de ''despreciables''.

Desde la Consellería ''no se entiende'' cómo una organización que dice defender los intereses de los ganaderos ''utilice un hecho delictivo y puntual para continuar con sus ataques a la administración, justificando además una actuación ilegal que no se corresponde con la realidad de la ganadería de nuestra comunidad y que la inmensa mayoría de los ganaderos de Galicia rechazan''.