ESPAÑA 22/12/2000
De momento, la única posibilidad de actuación contra estos alimentos es apelar a los fabricantes y comerciantes a que los retiren, informó el secretario de estado de la Salud, Erwin Jordan, tras una reunión de urgencia entre responsables del gobierno central, los estados federados y expertos sanitarios.
Los responsables de los ministerios de Salud y de Justicia pretendían llevar adelante esta disposición con carácter de urgencia, pero según Jordan esto es inviable.
La aparición del quinto caso de res enferma y el temor a que algunos embutidos u otros alimentos, elaborados con los denominados ''tejidos de riesgo'' de vacuno, procedan de animales enfermos habían inclinado a los responsables sanitarios a intentar la retirada de esos productos.
Desde el pasado octubre, en toda la Unión Europea (UE) está prohibida la elaboración de alimentos con ingredientes como sesos o médula de vacuno.
Sin embargo, se teme que sigan a la venta productos con un largo margen hasta su caducidad y distribuidos antes de la entrada en vigor de ese veto, como patés, embutidos, concentrados de caldo u otros alimentos precocinados.
Hasta ayer, la ministra de la Salud, Andrea Fischer, consideraba que retirar estos productos no era necesario, a pesar de que el comisario europeo de Protección del Consumidor, David Byrne, había apelado a las autoridades alemanas a que lo hicieran.
La noche del miércoles, la titular de la Salud había cambiado de opinión y lanzó una primera petición de retirada ''voluntaria'' de cualquier producto sospechoso.
Entretanto, el opositor Partido Liberal (FDP) ha pedido la dimisión de la ministra, del partido de los Verdes.
Tras la aparición del primer caso de ''vaca loca'' nacida en Alemania, a finales de noviembre, el gobierno dictó la prohibición total e indefinida de los piensos cárnicos, así como la obligatoriedad de hacer el test a toda res sacrificada mayor de 30 meses.
Con la extensión de los controles obligatorios a todo el país han aparecido, por el momento, otras cuatro reses con encefalopatía espongiforme bovina (EEB), todas ellas en granjas del sur de Alemania consideradas de producción no industrializada.
Una de las vacas había desarrollado ya la enfermedad y fue sacrificada hace unas semanas, según se supo hoy.