ESPAÑA 27/12/2000
El responsable de Agricultura bávaro, Josef Miller, anunció ''ayuda urgente y no burocratizada'' frente a la extensión de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), especialmente para paliar el descenso de la producción láctea.
Desde que se detectó la primera vaca afectada por el mal nacida en Alemania, a final de noviembre, se ha tenido que proceder al sacrificio de todas las reses en cuatro explotaciones bávaras donde aparecieron los animales con el mal de las vacas locas.
El pasado domingo, el primer ministro regional, Edmund Stoiber, visitó algunas de esas granjas y se comprometió ante una manifestación de 400 ganaderos a facilitar test gratuitos para que éstos puedan controlar la composición de los piensos utilizados.
Hace unos días salió a la luz un informe elaborado de la Comisión Europea, según el cual en tres cuartas partes de las explotaciones agropecuarias bávaras inspeccionadas hace tres meses se hallaron impurezas cárnicas en los piensos para las reses.
Esta documentación generó acusaciones mutuas entre el gobierno alemán, que lamentaba no haber recibido esa información hasta hace unos días, y el comisario europeo de Agricultura, el austriaco Franz Fischler, quien acusa a Berlín de confusionismo y cruce de competencias entre el ejecutivo central y los estados federados.
Entretanto prosiguen las investigaciones acerca de un nuevo posible caso de res infectada en una granja de Baja Sajonia (norte del país) con unas 350 cabezas de ganado.
A la espera de que se confirmen o no los resultados del primer control del animal, que apuntaba a una posible infección, los responsables sanitarios regionales han iniciado los análisis de composición de los piensos utilizados en esa explotación.
Los expertos de veterinaria regionales tomaron pruebas de los sacos de piensos y documentación de los pedidos de la granjas, para tratar de establecer si la vaca afectada recibió piensos cárnicos hacia 1996, año en que se estima pudo ser contagiada.
Las harinas animales, consideradas un vehículo de transmisión de la EEB, están prohibidas para la alimentación de los rumiantes en toda la Unión Europea (UE) desde 1994.
Tras la aparición del primer caso de EEB en el país, las autoridades germanas decidieron ampliar de inmediato el veto de esos piensos al resto de especies animales, prohibición que entra en vigor en el ámbito comunitario el primero de enero.
Se considera que con la erradicación total de esas harinas de facilitará la tarea de controlar que ningún animal, rumiante o no, reciba esta alimentación.
Junto a la prohibición total de los piensos cárnicos, las autoridades germanas impusieron también, desde este diciembre, los controles obligatorios de toda res sacrificada mayor de 30 meses.