ESPAÑA 27/12/2000
El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Víctor Longás, calificó de ''absolutamente falsas'' las informaciones de distintos medios de comunicación que aludían a la aceptación de unos mínimos exigibles y a unos primeros contactos en las negociaciones sobre Plan Hidrológico Nacional (PHN).
Longás afirmó en conferencia de prensa, a preguntas de los periodistas, que ''el único contacto'' con el Ejecutivo central había sido ''a través de la comisión permanente del Consejo Nacional del Agua'', por su asistencia en calidad de invitado.
Por ello, negó que existan negociaciones secretas y un acuerdo de mínimos exigibles, por parte del Gobierno aragonés, para la aceptación del PHN.
Para el consejero, el diálogo con el Gobierno central ''no existe en absoluto'' y prueba de ello, explicó, es la negativa del secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, a que el director general del Agua aragonés, Francisco Javier Sánchez, asistiese en nombre de Longás hoy a la comisión permanente del Consejo Nacional del Agua.
El consejero aragonés aseguró que el próximo 4 de enero se entrevistará con el secretario de Estado de Aguas y Costas, en un reunión en la que espera hablar del PHN y ''de las 42 conclusiones'' que el Ejecutivo aragonés presentó como alegación al Plan.
En esta reunión, el consejero, según indicó, mantendrá una postura de ''apertura total y de defensa a ultranza de los intereses de Aragón'' pero aseguró que si la negociación con el Ejecutivo central ''significa un cambio de cromos, el Gobierno aragonés no está dispuesto'' a aceptarla.
Asimismo, advirtió de que las negociaciones deben dar solución a los muchos interrogantes planteados, como el motivo por el qué el PHN reconoce como cuencas deficitarias a la del Segura, la del Júcar, las cuencas del sur y las cuencas internas de Cataluña, mientras el Libro Blanco del Agua, según Longás, ''el documento más técnico y científico de los últimos tiempos'', sólo reconoce como deficitaria a la primera de ellas.
El Gobierno de Aragón reclama ''todo tipo de infraestructuras que permitan a la Comunidad equipararse a otros territorios del Estado'', al mismo tiempo que rechaza el trasvase del Ebro por entender que ''hipoteca el futuro de Aragón'', concluyó Longás.
