ESPAÑA 29/12/2000
La desmedida subida del precio del gasóleo agrícola y los fertilizantes y las consecuencias de la crisis de la vacas locas marcan el 2000, año en el que entró en vigor la nueva PAC incluida en la Agenda 2000
La agitada situación por la que vive el sector remolachero, la puesta en marcha de los Planes de Reestructuración de Viñedo (para los que todavía no tiene Castilla y León fondos), la presentación y debate sobre el Plan Hidrológico, el repunto del porcino y la tendencia a la baja del ovino, la dispar cosecha de cereal perjudicada por la caída de los precios de intervención, el escándalo del lino, la falta de presupuesto de la Consejería de Agricultura para llevar a cabo las Medidas de Acompañamiento de la PAC... fueron algunos de los temas que ocuparon y preocuparon al sector agrario de esta región en los últimos 365 días.
Desgraciadamente el tema estrella para los agricultores y ganaderos de Castilla y León en el año 2000 que ahora finaliza fue la desmedida subida de factores de producción de la importancia del gasóleo y los fertilizantes que han generado un gasto a mayores en la presente campaña que supera los 27.000 millones de pesetas. La Unión de Campesinos - COAG se ha movilizado desde enero hasta noviembre en varias ocasiones: concentraciones ante la Delegación de Hacienda, manifestaciones por las capitales provinciales, ante el Ministerio en Madrid, bloqueos de los CLH de la región, con los coches por Valladolid... exigiendo al Gobierno el desarrollo de unas medidas eficaces que sirvan realmente para paliar esta crisis, frente a un Acuerdo que apenas aporta soluciones y que sólo sirve para endeudar más al sector con nuevos créditos.
Desde COAG se ha exigido el establecimiento de un precio social para el gasóleo agrícola, que debe rondar las 40 - 45 pesetas por litro y la consideración del sector agrario como estratégico, con unas condiciones similares a las que tiene en la actualidad el pesquero.
Por lo que se refiere a los fertilizantes, al igual que ya sucedió en la campaña pasada, las grandes empresas que controlan el merado han llevado a cabo unas políticas oligopolistas, elevando los precios, que deben ser estudiadas por el Tribunal de la Competencia para actuar en consecuencia.
Crisis en el vacuno de carne.
La aparición el Galicia de dos casos aislados de vacas locas desató la crisis. Los ganaderos vieron como las ventas se reducian en cerca de un 25%, a lo que se une la caída de precios producto de la reforma de la PAC en cerca de un 20%.
El Gobierno anuncia a bombo y platillo un Plan de Crisis, para el que no ha contado con el sector, y en el que obliga a los ganaderos a aportar más de 6.000 millones, algo realmente incomprensible para esta Organización.
COAG ha exigido la generalización de los análisis a toda la cabaña ganadera de más de 24 meses, así como la apertura de la intervención a todo tipo de canales de forma indefinida con un precio que debe rondar las 500 pesetas por kilo frente a las 380 marcadas desde Bruselas. Además, se debe proceder a la eliminación de las harinas de origen animal de la alimentación de cualquier tipo de ganado y deben ser los fondos públicos los que abonen el coste de los MER.
Viñedo.
COAG se opuso a la creación de la Denominación de Vinos de la Tierra de Castilla y León por considerar que resultaba perjudicial para el desarrollo de las marcas de calidad ya existentes en esta región.
Los viticultores han respondido muy positivamente a la convocatoria de Planes de Reestructuración de viñedo con cerca de 3.000 hectáreas para las que se han pedido este tipo de ayudas. COAG puso en marcha en mayor plan colectivo regional con más de 1.100 hectáreas, agrupando unos 3000 viticultores para los que se ha solicitado una ayuda que ronda los 800 millones por 1.100 de inversión.
Todavía hoy no se conocen los fondos asignados desde el Ministerio a Castilla y León para llevar a cabo estos Planes, esta región ya se quedó fuera de un primer reparto de 14.000 millones que se celebró en la Conferencia Sectorial de octubre.
Medidas de Acompañamiento.
Desde esta Organización se mostró al Consejero de Agricultura la preocupación existente por el déficit, más de 3.000 millones de pesetas, que van a arrastrar las Medidas de Acompañamiento de la PAC (Cese Anticipado, ICMs, forestación y ayudas agroambientales). Falta presupuesto para desarrollar completamente las medidas agroambientales justo en el momento en que la Política Agraria Común tiende a centrarse en este tipo de ayudas, el programa del girasol absorbe la mayor parte de esta partida de tal forma que otras líneas como las estepas cerealistas, la agricultura extensiva (barbecho blanco), apoyo a las razas autóctonas... se van a quedar sin presupuesto y sólo podrán hacer frente a los compromisos ya existentes.
Al igual que sucedía con los planes de viñedo, el Ministerio de Agricultura todavía no ha realizado el reparto definitivo de las partidas destinadas a estas medidas.
Lino textil.
La aparición de un importante grupo de especuladores, acompañados de las correspondientes industrias transformadoras, han acabado con un cultivo que se podría haber convertido en un cultivo alternativo interesante si sólo se hubiese destinado a los ATPs.
Cultivos herbáceos.
La cosecha de cereales ha presentado unos resultados muy diversos, con una cantidad de grano bastante importante pero con una calidad que ha variado mucho por zonas. El precio ha sido bajo en gran medida como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva reforma de la PAC.
La remolacha.
Este sector ha estado especialmente agitado por las principales circunstancias que han rodeado a la industria: cierres de fábricas, fusiones... Bruselas ha comenzado a trabajar en la nueva OCM para la que COAG pide una duración de unos 5años, mantenimiento del actual sistema de cuotas dada su eficacia y un reajuste de las cuotas por países en virtud de su consumo real, por lo que España debería ver incremento de más de 200.000 toneladas de azúcar, a las que se sumarían las 60.000 de Canarias y las 3.000 de Ceuta.
En estos últimos días del año se ha comenzado a negociar el Acuerdo Marco Interprofesional que regulará el sector en los próximos año en nuestro país.
Plan Hidrológico.
Desde COAG se considera que no hay agua sobrante sino que faltan infraestructuras para su correcta utilización. De tal forma que la idea de utilizar agua de la cabecera del Duero para un trasvase a otras cuencas puede ser un auténtico desastre para el sector agrario de esta región, por lo que esta Organización apoya la resolución aprobada por las Cortes de Fuensaldaña en julio de 1994 por la que sólo se permitiría el trasvase de agua de desde la cuencas bajas.