ESPAÑA 10/11/2000
El II Congreso Ibérico sobre Planificación y Gestión del Agua comienza hoy en Oporto con el objetivo de debatir la protección y calidad de las aguas, la gestión de las cuencas hidrográficas, el uso, valor y precio del agua y la participación pública en su gestión.
Durante cuatro días, especialistas españoles y portugueses van a tratar temas como los trasvases, asunto polémico entre los dos países por la gestión de las cuencas de los ríos internacionales, la planificación de los caudales conjuntos y los recientes planos hidrográficos de ambos países.
Es precisamente el Plano Hidrográfico Español (PHE) uno de los puntos más polémicos, Pedro Arrojo, profesor de la Universidad de Zaragoza, asegura en el texto introductorio del congreso que este plan se va a traducir en una serie de ''trasvases y embalses'' y para Nuno Grande, de la Universidad de Oporto, es ''una amenaza de nuevos trasvases en el Duero y en el Tajo''.
El PHE da prioridad al trasvase del río Ebro, que prevé transferir más de mil hectómetros cúbicos de agua para Andalucía, lo que según Pedro Arrojo supone ''graves consecuencias ambientales y sociales en los Pirineos y en el Delta del río''.
Arrojo aseguró que cuando este trasvase sea inviable por razones de orden social y ambiental, ya que el Ebro constituye el ecosistema de mayor biodiversidad de la Unión Europea, después del Parque Nacional de Doñana, ''entraran en juego el Duero y el Tajo''.
El Ministro de Medio Ambiente español, Jaime Matas, en entrevista publicada hoy por el periódico luso ''Diario de Noticias'' aseguró que ''no habrá trasvases en ninguno de los ríos que compartimos con Portugal''.
Jaime Matas explicó que la elección del trasvase del Ebro no fue al azar, ya que el gobierno analizo nueve posibilidades y ''después de muchos estudios y de oír a mucha gente, llegamos a la conclusión de que el proyecto más aconsejable, desde todos los puntos de vista, era el del Ebro''.
El responsable español puntualizó que ''para realizar trasvases en otros ríos habría que aprobar otro Plan Hidrológico. Y eso es muy difícil''.
Uno de los puntos más problemáticos entre España y Portugal es el embalse de Alqueva en la zona lusa del río Guadiana, Matas afirmó que ''España es favorable a la construcción de este embalse, pero se tendrán que considerar las compensaciones ambientales, si estas fuesen necesarias, y habrá que abordar proyectos alternativos''.
En el Congreso que hoy se inicia en Oporto, también se va discutir la planificación y gestión de la Directiva Marco del Agua aprobada en Julio por la Unión Europea, la cual defiende una fuerte participación de los ciudadanos en la discusión de los recursos hídricos.
En esta perspectiva, Pedro Arrojo defiende la reelaboración de los planes de caudales españoles, en articulación con los portugueses, teniendo como base una amplia discusión entre ciudadanos de los dos países.
El riesgo, según este investigador, pasa por resucitar una estrategia basada en la oferta de agua y en las grandes obras públicas, porque según Arrojo, ''España quiere abreviar plazos lanzando una política de hechos consumados, contradictoria con la coherencia acordada en la Unión Europea''.
Para Pedro Arrojo esta actitud del gobierno tiene como base mantener el regadío, que absorbe el 80 por ciento del agua consumida en España, '' y un desarrollo urbano y turístico de forma anárquica en la costa mediterránea, abriendo una espiral de búsqueda de agua tan insostenible como insaciable.
El I Congreso Ibérico sobre Planeamiento y Gestión del Agua se realizó en la localidad española de Zaragoza en 1998 y tuvo como tema central la defensa de la conservación y los buenos usos de gestión de los recursos hídricos.