ESPAÑA 16/11/2000
El primer ministro francés, el socialista Lionel Jospin, anunció ayer un plan de siete puntos para hacer frente a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), que incluye la ''suspensión general'' del uso e importación de harinas animales en todos los piensos.
''Si el Gobierno ha tardado algunos días para tomar esta decisión, es porque quería dotarse de los medios'' necesarios para ''almacenar y eliminar las harinas en las mejores condiciones'' posibles para la salud pública y el medio ambiente, señaló Patriat en declaraciones a la emisora ''France Inter''.
El anuncio de la suspensión de las harinas animales en todos los piensos se produce una semana después de que el presidente francés, el neogaullista Jacques Chirac, exigiera al Gobierno de coalición de izquierdas la suspensión ''inmediata'' de ese producto y su prohibición ''sin tardanza''.
En cuanto a la eliminación de los piensos, Patriat dijo que hoy por hoy se dispone de la infraestructura necesaria para ''tratar 500.000 toneladas'' por año, del millón de toneladas que estima habría que hacer desaparecer.
''El almacenamiento de las harinas no se va a hacer de golpe, se escalonará en el tiempo'', añadió el secretario de Estado de Consumo.
Aseguró que las autoridades francesas harán ''todo lo posible'' para encontrar métodos para ''tratar 700.000 toneladas'', que según estima Patriat, se acumularán en ''un año o año y medio''.
Por su parte, el ministro de Agricultura, el socialista Jean Glavany, manifestó hoy que el plan gubernamental para ayudar a las filial bovina ''será comparable al que se puso en marcha en 1996 con ocasión de la anterior crisis'' de las ''vacas locas''.
En declaraciones a la emisora ''RTL'', Glavany se limitó a decir que se desplegarán ''medios importantes'' y rehusó avanzar ninguna cifra sobre el coste que para el erario público tendrá la suspensión total de las harinas animales.
Estos piensos fueron prohibidos en Francia en 1990 para los bovinos y, aunque cuatro años más tarde se amplió la medida a todos los rumiantes, seguían utilizándose en la alimentación de peces, cerdos y aves.
Pocas horas antes de que Jospin reciba a la mayoría de los representantes del sector bovino para hablar de las ayudas del Gobierno, Glavany estimó que en el caso de los ganaderos ''se trata más de un problema de tesorería que de recorte de beneficios, mientras que en los mataderos y en las industrias de transformación existe paro técnico''.
La crisis de las ''vacas locas'' provocó en Francia una caída de más del 40 por ciento en las ventas de carne de vacuno en las últimas semanas.
Glavany reiteró que es necesario acometer una ''armonización'' sobre las harinas animales en la Unión Europea (UE).
Para aportar proteínas a los piensos, Francia baraja tres posibilidades: desarrollar la producción de oleoproteaginosas, negociar para conseguir una modificación de los acuerdos internacionales que imponen restricciones en el cultivo de esos productos en Europa e importar soja, concluyó Glavany.
