ESPAÑA 22/11/2000
Unos 1.700 productores, en su mayoría italianos, según datos de la policía, participaron en la concentración frente al edificio en el que tendrá lugar esta tarde el Consejo de Ministros de la UE.
Los productores acusaron al Ejecutivo comunitario de incumplir las perspectivas financieras de la Agenda 2000, en las que se fijó un presupuesto medio de 1.900 millones de euros anuales.
Bruselas defiende la ''neutralidad financiera'', por lo que se niega a que la nueva organización común de mercado supere un presupuesto de 1.650 millones de euros, aproximadamente.
Los productores se quejaron de que un sector como el hortofrutícola, que contribuye al 15 por ciento de la producción final agraria de la UE, sólo disponga del 3,2 por ciento del presupuesto agrícola comunitario, lo que constituye, en su opinión, un fuerte agravio comparativo respecto a otros cultivos agrícolas, que reciben un trato más equilibrado.
Se lamentaron además de que las complejas normas financieras de la actual organización común de mercado (OCM) así como las fuertes penalizaciones impuestas por superación de los umbrales garantizados de transformación han imposibilitado año tras año la plena utilización de los fondos dedicados al sector.
Las organizaciones española Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) participaron en la manifestación con unos 100 representantes.
Cristóbal Aguado, responsable de la sectorial hortofrutícola de ASAJA, destacó que España es el Estado miembro ''que más fondos necesita'' para hacer frente a la modernización del sector.
Según indicó, otros países como Francia e Italia ''ya dispusieron de grandes sumas de dinero durante el periodo de adhesión de España a la UE'' para mejorar su capacidad competitiva frente a los productores españoles.
El presidente de las cooperativas españolas, Eduardo Baamonde, también consideró insuficiente el dinero previsto por la Comisión y destacó la necesidad de que la reforma provea al sector de ''los instrumentos necesarios para hacer frente a la competencia que sufre el mercado como consecuencia de los acuerdos suscritos con países terceros''.
En opinión de Ignacio Huertas, responsable de frutas y hortalizas en UPA, si se aprobara la reforma propuesta por la Comisión ''seria la ruina de millones de familias'', y en tomate transformado el proyecto del ejecutivo comunitario agravaría ''la pérdida del 25 por ciento de la renta sufrida en los últimos años''.
El nuevo secretario general de COAG, Lucio Monteagudo, por su parte, dijo que una de las consecuencias de la reforma propuesta por Bruselas sería ''cargarse las retiradas de excedentes'' en cítricos, ''lo que en campañas difíciles supondrá la ruina de los agricultores''.
La principal demanda de los productores comunitarios es el incremento de la participación de la Comisión Europea en los denominados fondos operativos, destinados a la mejora de la calidad y de la comercialización de las frutas y hortalizas frescas.