ESPAÑA 24/10/2000
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, afirmó hoy en Valladolid que en su departamento ''siempre ha existido la voluntad de respetar'' el acuerdo parlamentario alcanzado en Castilla y León el 5 de julio de 1994 para no ceder agua de la Cuenca del Duero a otras comunidades autónomas.
Matas, en la rueda de prensa posterior a la firma de un protocolo de colaboración con Castilla y León, confirmó que el propio presidente de esta Comunidad, Juan José Lucas, le ha llamado en varias ocasiones para recordarle la necesidad de respetar este acuerdo del Parlamento regional.
No obstante, la posibilidad de trasvasar agua desde el Duero a otras regiones está prevista en el borrador del proyecto del Plan Hidrológico Nacional, que el pasado 5 de septiembre fue presentado en Madrid a los miembros del Consejo Nacional del Agua.
El ministro justificó esta situación en la necesidad de ''abrir un debate para escuchar a toda la sociedad y a todos los afectados, usuarios y representantes de la Comunidad'', con el fin de recoger sus aportaciones al texto en el que el Gobierno, según dijo, ''ya ha fijado su posición''.
En su opinión, este diálogo ''es siempre positivo'', el sometimiento a consulta de todas las partes implicadas de ''todas las opciones posibles'', incluida la cesión de agua del Duero pese a la ''voluntad'' de Matas de respetar el acuerdo alcanzado en las Cortes de Castilla y León.
Por su parte, Juan José Lucas se mostró ''absolutamente tranquilo'' con las manifestaciones del ministro en este sentido, que ya conocía ''por los numerosos viajes que hago a Madrid y por mis conversaciones telefónicas con él'', afirmó.
Lucas advirtió que en los próximos años el asunto del agua ''puede resultar un motivo de enfrentamiento entre las comunidades autónomas'', por lo que en su opinión se requiere ''sensibilidad y un sentido de Estado similar al que se practica con el terrorismo'' a la hora de tomar decisiones.
El presidente de Castilla y León elogió el ''talento y acierto'' con que se está llevando este asunto por parte del Gobierno, que a su juicio merece una visión ''no aldeanista, localista'' por parte de las cuencas donantes de agua.
No obstante, pidió al Gobierno que garantice el futuro de las cuencas donantes en su desarrollo industrial, de regadío, y de todo lo que hace referencia al mantenimiento de la población.
Por último, se mostró partidario del consenso ''por parte de todos'', de un acuerdo ''que beneficie a todos'' en relación con el proyecto de borrador del Plan Hidrológico Nacional, para que no se perjudiquen los intereses de ninguna cuenca hidrológica.