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Laboratorio electrónico de análisis de nutrientes en el suelo SMART 3. LaMotte 1985-05
El modelo de laboratorio SMART 3 se ha diseñado para proporcionar al agricultor, perito o especialista en fertilizantes un método para realizar análisis de campo del suelo de cultivo de forma inmediata y económica sin sacrificar la precisión. Este laboratorio de análisis autónomo y electrónico del suelo proporciona respuestas exactas en cualquier tipo de terreno para 15 tipos diferentes de factores, incluyendo las formas disponibles de macronutrientes y micronutrientes críticos. El Colorimétrico SMART 3 analiza instantáneamente las reacciones de color desarrolladas en los tests de nutrientes. Las lecturas tomadas se multiplican por el factor de conversión específico para cada test para proporcionar un resultado en partes por millón (ppm), kilos por hectárea (kg/ha) o libras por acre (lb/acre). Los procedimientos de análisis simplificados proporcionan al menos 20 pruebas para cada nutriente del terreno. Cada sistema estandarizado viene en su propio módulo de plástico para su rápida distinción. Todas las pruebas se llevan a cabo en pocos minutos con extractos del terreno muy fáciles de preparar, extracción basada en Mehlich I: use el vaso de 10g para coger una muestra del suelo y luego introducirlo dentro del vaso de precipitado de 50ml; añada el cilindro graduado para añadir 10ml de agua destilada a la muestra; remueva bien. Las medidas analíticas del pH del suelo se realizan rápidamente y con precisión con un medidor de pH 5 con batería. El medidor mide el pH en una solución de tierra y agua destilada a partes iguales con un rango de 0-14 unidades de pH y una sensibilidad de ±0.01 pH. Los niveles de sales solubles en el suelo y las aguas de riego se controlan con precisión con un medidor de TDS 6, que mide las sales disueltas desde 0 a 999+ ppm. Este medidor de soluciones nutritivas está protegido a polvo y agua con protección IP67. Características técnicas:
Unidad de conversión de factores Los resultados de los análisis se pueden medir usando la selección de unidades que expone aquí. Las unidades de medida Partes por millón (ppm), libras/acre, y kg/ha se pueden convertir de unas a otras utilizando los datos recogidos en las siguientes tablas:
Además de los valores obtenidos, se deben considerar un número de variables cuando se esté interpretando los resultados de los análisis del suelo. Entre estas variables se incluyen la composición del suelo, el drenado, el clima, los programas previos de fertilización y el tipo de cultivo. Las muestras también deben ser representativas del área que se está estudiando y se deben seleccionar con mucho cuidado. Nitrato de Nitrógeno: El nitrógeno es un componente de la clorofila (color verde) en las plantas, por lo que les da el rico color verde que es característico de una planta saludable. El nitrógeno promueve la suculencia de los cultivos de forraje y los cultivos de hojas. También estimula el uso del fósforo, el potasio y otros elementos esenciales en la nutrición. El crecimiento de las plantas por encima del nivel del suelo se mejora con nitrógeno. El nitrógeno acelera la maduración de los cultivos (asumiendo que los otros nutrientes se hayan proporcionado adecuadamente y que no haya niveles excesivos de nitrógeno). El nitrógeno es muy influyente en el tamaño de la fruta. Nitritos de Nitrógeno: Los nitritos se forman como un paso intermedio de la producción de nitratos. Los suelos que están bien drenados y ventilados suelen contener poca cantidad de nitritos de nitrógeno. Un exceso de nitritos, que son tóxicos para las plantas, puede darse por condiciones desfavorables del suelo para la formación de nitratos. Los niveles altos de nitritos también se pueden encontrar en suelos con grandes cantidades de nitratos, ya que una parte del nitrato de nitrógeno se descompone para formar nitritos. Nitrógeno de Amonio: De un suelo fértil se espera que tenga niveles bajos de nitrógeno de amonio, a menos que la tierra se haya tratado recientemente con un fertilizante nitrogenado en formas diferentes a los nitratos. La desaparición rápida del amonio después de fertilizar indica la transformación deseada del amonio en los compuestos de nitratos mucho más disponibles. En los suelos forestales el amoniaco es la forma disponible más abundante del nitrógeno. Si hay una tasa satisfactoria de transformación de nitrógeno, las capas de humus de un suelo forestal producirán concentraciones muy altas de nitrógeno de amonio. Fosfatos: El fósforo es necesario para que la planta crezca fuerte y para aumentar la actividad de las células. El fósforo promueve el desarrollo de las raíces y al acelerar la maduración de la planta, aumenta el radio de grano a pajita, además de aumentar la cosecha total. El fósforo tiene un papel fundamental en incrementar el gusto de las plantas y estimula la formación de grasas, el almidón convertible, y semillas sanas. Al estimular el rápido desarrollo de las células en la planta, el fósforo aumenta naturalmente la resistencia a enfermedades. Un exceso de fósforo no causa efectos dañinos como el nitrógeno excesivo y tiene un importante efecto equilibrador en la planta. Potasio: El potasio no es un componente del desarrollo de la estructura de las plantas, aunque aun cuenta con un papel vital en las funciones fisiológicas y bioquímicas de las plantas. Se desconoce la función exacta del potasio en las plantas, pero se han probado muchos factores beneficiales, incluyendo la implicación y necesidad del potasio en la nutrición de las plantas. Algunos de estos factores son: mejora la resistencia a enfermedades al fortalecer el tallo; activas varios sistemas de encimas en las plantas; contribuye a la creación de cutículas más gruesas (capa cerosa) que las protege de enfermedades y la pérdida de agua; controla la presión de la turgencia dentro de las plantas para prevenir el marchitamiento; aumenta el tamaño del fruto, el sabor, la textura y el desarrollo y está implicada en la producción de amino ácidos (los elementos básicos de las proteínas), la formación de clorofila (color verde), la formación de almidón y el transporte del azúcar de la hojas a las raíces. Cuando el potasio está presente en grandes cantidades, las sales de amoniaco producen un precipitado similar a las que produce el potasio. Si se ha aplicado recientemente un fertilizante que contiene sales de amoniaco, o si el pH del suelo es menor de 5,0, hay que realizar el test de amoniaco antes de realizar el del potasio. Un resultado alto en el análisis de amoniaco alerta de una lectura alta probablemente falsa en el análisis de potasio; los análisis de potasio reales serán algo más bajos. Sulfuro: El sulfuro es esencial para la formación de la proteína y afecta a varios aspectos del metabolismo de la planta. Las plantas con deficiencia de sulfuro muestran un verde pálido y tallos muy finos. Los iones de sulfato cargados negativamente se drenan muy fácilmente. Las fuentes principales de sulfato del suelo son los fertilizantes que contienen compuestos de sulfato y el dióxido de sulfuro atmosférico que se filtra a la tierra a través de la lluvia. Cobre: Como muchos otros micronutrientes, la cantidad disponible de cobre varia considerablemente con el tipo de suelo. Los suelos arenosos bien drenados tienen normalmente niveles bajos de cobre mientras que los suelos de tipo arcilloso contienen una reserva abundante de sobre. Al igual que el manganeso, el cobre puede estar no disponible en los suelos en los que hay mucha materia orgánica ya que el cobre forma rápidamente complejos insolubles con compuestos orgánicos. Generalmente se añade de 0.4-50 kg/ha de cobre al suelo para subsanar una deficiencia. El cobre es otro metal necesario para la formación de la clorofila y como otros metales, ej. Hierro, manganeso y zinc actúa como un catalizador. Hierro: El hierro es esencial para la formación de la clorofila y una deficiencia de hierro acaba causando clorosis. Aunque la mayoría de los suelos contienen hierro en abundancia, solo una fracción de este hierro es soluble y por tanto, está disponible para el desarrollo de la planta. Esto es especialmente verdad en los suelos alcalinos o neutros. Los suelos ácidos contienen niveles más altos de hierro disponible. Manganeso: La cantidad de manganeso disponible para las plantas depende del pH del suelo, la cantidad de materia orgánica presente y el grado de ventilación. La deficiencia de manganeso tiende a darse más en suelos neutrales o alcalinos ya que es menos soluble con niveles de pH altos. En los suelos extremadamente ácidos, donde el manganeso es más soluble, puede llegar a niveles tóxicos que pueden reducir las cosechas. En los suelos arenosos ligeramente ácidos, puede que el manganeso se filtre de la zona de las raíces y que entonces las plantas ya no lo puedan utilizar. Además, se cree que el manganeso puede formar complejos orgánicos insolubles en algunos suelos que tienen grandes cantidades de humus. Todos estos factores contribuyen a la disponibilidad de este elemento esencial. Solo los análisis de suelo o tejido vegetal pueden determinar si los niveles de manganeso son deficientes o tóxicos. Aunque se sabe que el manganeso tiene un papel importante en muchos de los procesos metabólicos de la planta, poco se conoce de su función aparte de que se requiere en algunas reacciones enzimáticas y para la formación de la clorofila en las plantas. Zinc: La disponibilidad de zinc en el suelo disminuye cuando el pH del suelo aumenta. Los suelos con un nivel de pH superior a 6,0 pueden mostrar una deficiencia de zinc especialmente en los suelos arenosos drenados. Existe una interacción con los nutrientes entre suelos que tienen un nivel de fósforo alto y muestran una deficiencia de zinc incluso aunque los niveles de zinc sean suficientes. Esta interacción se debe a la toma preferencial de fósforo en vez de zinc y la formación posible de fosfatos de zinc insolubles. Una vez que el zinc se aplica al suelo, es relativamente inmóvil ya que la materia orgánica en el suelo lo absorbe rápidamente. El zinc es esencial para promover ciertas reacciones de las encimas y se requiere para la producción de la clorofila y la formación de carbohidratos en las plantas. Calcio y Magnesio: La cantidad total de calcio en el suelo puede variar de tan poco como 0,1% a tanto como 25%. La deficiencia de calcio es raramente un problema gracias a la práctica ampliamente adoptada de aplicar cal al suelo para aumentar su pH para alcanzar el nivel óptimo para el crecimiento de las plantas. Al ser un nutriente mineral importante, el calcio es un componente de las paredes de las células vegetales y se sabe que estimula el desarrollo de las raíces y las hojas además de activar las reacciones de varias encimas envueltas en el metabolismo de las plantas. Indirectamente, el calcio influye en las cosechas al reducir la acidez del suelo y reducir la toxicidad de varios otros minerales como el manganeso, el zinc y el aluminio. Cloruro: Los cloruros están presentes en casi todos los suelos. La aplicación de fertilizante puede aumentar los niveles de cloruro. Los cloruros desaparecen del suelo por filtración. Las concentraciones excesivas son tóxicas para las plantas. Una lectura alta, particularmente donde ha habido un retraso en el desarrollo de los cultivos, puede indicar envenenamiento debido a los niveles altos de cloruros en el suelo. Este test es eficiente en los suelos salinos o cuando puede haber contaminación de agua del mar o la brisa del mar. En los suelos normales de las regiones húmedas muy pocas veces se pueden obtener buenas lecturas, excepto cuando se ha aplicado recientemente grandes cantidades de fertilizantes que contengan cloruros. Sales Totales Disueltas (TDS): La mayoría de las plantas se desarrollan bien con concentraciones de sales solubles menores a 1000 ppm. Sin embargo, las plantas de invernadero y muchas otras plantas sensibles pueden tener problemas si las sales solubles sobrepasan las 500 ppm de cloruros, particularmente algunas de las legumbres más sensibles. Si las sales solubles son mayores que 1000 ppm, los cloruros y sulfatos se deberían determinar para averiguar si son cloruros o sulfatos. En los suelos calcáreos, los sulfatos representan al yeso y tienen poco efecto en el desarrollo de las plantas.
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