VIRUS EN PLANTAS ORNAMENTALES (1ª parte) 1. Introducción |
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1. INTRODUCCIÓN.
Los virus de las plantas son organismos simples que contienen algunos genes compuestos de ácido nucleico incluidos en una cápsula de proteínas (cápsido). Tienen un tamaño muy reducido (20-300 nm) y visibles solamente con microscopio electrónico. Los virus perturban las funciones normales de la planta utilizando los recursos estructurales de ésta para fabricar más partículas víricas. Normalmente los virus no provocan la muerte de las plantas, pero si reducen su valor ornamental.
Las enfermedades provocadas por virus tienen características propias que se distinguen de otras ocasionadas por otros agentes, ya que estas enfermedades son generalizadas, persistentes e incurables. Normalmente las alteraciones son perjudiciales a la planta, pues reduce el rendimiento del cultivo y deprecia su valor comercial. Aunque existen algunos síntomas de origen vírico que tienen cierto valor ornamental y son explotados con fines comerciales.
Los virus causan gran variedad de síntomas, algunos de los cuales son únicos para los virus, pero muchos de ellos imitan los de los desórdenes nutricionales, daños por insectos, bacterias y hongos. El síntoma más característico es el raquitismo; aunque también se producen otros como variaciones de color en forma de mosaicos o rayas, aclarado nervial, clorosis foliar, manchas anulares, nervios necróticos, deformaciones foliares, brotes abultados, excrecencias y rotura de la flor.
Las virosis son muy temibles, para los agricultores de flor cortada, como los de maceta, pues la producción de plantas con garantías razonables de estar libres de virus es una industria importante que ocupa cada vez mayor espacio dentro del sector de la planta ornamental, y suele correr a cargo de empresas altamente especializadas.
2. SINTOMATOLOGÍA.
2.1. Síntomas sobre las flores.
En las plantas de flor, tanto de semillero, vivero, de macetas de flor o de flor cortada, los síntomas aparecen sobre los elementos florales y son los que más perjudican el producto comercializado.
-Variegados florales.
Los variegados que afectan a los pétalos o a los sépalos se producen por la ausencia de pigmentos antociámicos vacuolares formando zonas decoloradas donde se multiplica el virus, aunque también puede haber acumulación de pigmentos a nivel de zonas más profundas.
-Necrosis.
En ocasiones, con la muerte de los tejidos las manchas florales se hacen necróticas.
-Deformaciones.
Normalmente el variegado y la necrosis vienen acompañados de deformaciones en las piezas florales, pues los pétalos arrugados dan a la flor un aspecto encogido. Aunque algunos virus no provocan más que una ligera disminución de la coloración de los pétalos o bien una reducción en el tamaño de las flores.
2.2. Síntomas sobre las hojas.
La mayor parte de los fitovirus provocan sobre las hojas alteraciones más o menos graves que se manifiestan por anomalías en la pigmentación, necrosis o deformaciones.
-Mosaicos foliares.
Las alteraciones cromáticas sobre las hojas son debidas a una deficiencia en pigmentos clorofílicos, a la destrucción de dichos pigmentos, o a la alteración de la estructura de dichos cloroplastos. Estas modificaciones suelen afectar a grupos de células, delimitando de esta forma zonas diversamente coloreadas que recuerdan a un mosaico.
-Necrosis foliares.
Las manchas foliares proceden de una deficiencia en la asimilación clorofílica y pueden estar coloreadas de violeta o pardo por la síntesis anormal de pigmentos antociánicos o de melanina. Si se presenta una coloración pardusca a la muerte de las células, son las llamadas manchas necróticas.
-Deformaciones.
El crecimiento desigual de las células alteradas por el virus y la proliferación de algunas de ellas provocan deformaciones en el limbo foliar que aparece más o menos abarquillado y en casos más graves conduce a una rizadura.
2.3. Síntomas sobre los bulbos.
Los bulbos recogidos de plantas-madres virosadas presentan a veces síntomas necróticos que demuestran la presencia de virus, estas manchas suelen aparecer sobre las túnicas externas del bulbo, aunque frecuentemente son internas y solamente visibles cuando se seccionan los bulbos.
2.4. Alteraciones del crecimiento.
Las alteraciones metabólicas incrementan la multiplicación de los virus y los diferentes desórdenes suponen una disminución en el vigor de las plantas virosadas y un retraso en su desarrollo. En ocasiones la acción del virus sobre el crecimiento se traduce en un enanismo y las plantas son incapaces de producir esquejes.
2.5. Síntomas internos.
Se distinguen dos tipos de síntomas internos: las inclusiones que resultan de la acumulación de partículas víricas o de proteínas no estructurales codificadas por el virus y las modificaciones de la estructura de las células infectadas.
3. MEDIDAS PREVENTIVAS.
La prevención contra las enfermedades víricas se basan por un lado en combatir los agentes que propagan la infección: pulgones, ácaros, trips, etc.; la limpieza de malas hierbas huéspedes dentro y fuera del invernadero y en evitar la transmisión mecánica, pues en ocasiones esta última suele ser la única vía de contaminación. Por tanto las medidas preventivas a tener en cuenta son las siguientes:
4. PRINCIPALES VIRUS EN PLANTAS ORNAMENTALES.
-VIRUS DEL MOSAICO DEL ABUTILON. (AbMV).
La variegación del Abutilon es una enfermedad conocida desde antiguo, y de la que luego se demostró su origen vírico.
-Síntomas.
Se manifiesta en el follaje por manchas de color verde claro o amarillo, en amplios islotes de contorno anguloso distribuidos por toda la superficie del limbo. Debido a su aspecto decorativo ha sido explotada en la multiplicación vegetativa de cultivares infectados. La propagación del virus por multiplicación vegetativa de plantas infectadas podría originar la pérdida de esa propiedad.
-Agente casual.
AbMV contiene un ADN de cadena sencilla circular.
-Tipo de huéspedes y epidemiología.
Este virus puede infectar varias especies de la familia Malváceas (Abutilon, Malva...). Se transmite por aleurodidos que infectan a plantas dicotiledóneas y no se transmite por semilla.
-VIRUS DEL MOSAICO DE LA ALFALFA DE GERANIO, HYDRANGEA Y PRIMULA. (AMV).
El virus del mosaico de la alfalfa (AMV) ha sido encontrado raras veces en cultivos de flor en invernadero, pero en condiciones naturales infecta a más de 150 especies herbáceas o leñosas, siendo su serie experimental de huéspedes excesivamente amplia.
-Síntomas.
-Agente casual.
AMV tiene un genoma tripartido dividido en tres partículas baciliformes de diferentes tamaños con inclusiones citoplasmáticas granulares con tres ARN de cadena simple de polaridad positiva.
-Tipo de huéspedes y epidemiología.
Además de las especies citadas en los síntomas, destacan otras plantas ornamentales que actúan como huéspedes de este virus, entre ellas: el kalanchoe, la malva y el altramuz. Varios arbustos de flor, como Cercis siliquastrum y Caryopteris.
La transmisión es realizada por pulgones (Myzus persicae) en la modalidad de no persistente, a veces por la semilla o por inoculación mecánica.
-Control.
El control de AMV se realiza a partir del control de las malas hierbas y del control de sus áfidos vectores durante la producción de semilla y durante la producción de la planta ornamental
-VIRUS DEL MOSAICO AMARILLO DE LA JUDÍA DE LISIANTHUS. (BYMV).
-Síntomas.
Las plantas ornamentales afectadas por este virus (BYMV), muestran hojas rizadas, manchas cloróticas y rotura de la flor. Si también está presente el mosaico del tabaco o del pepino, las plantas muestran un raquitismo.
-Agente casual.
BYMV está constituido por bastoncillos flexuosos que contienen ARN de cadena simple.
-Hábitat.
Climas templados y subtropicales.
-Tipo de huéspedes y epidemiología.
BYMV afecta también a otras especies de plantas ornamentales, entre ellas destaca Petunia x hybrida, Gladiolus x hortulanus y Freesia x hybrida.
Se conocen más de 20 especies de pulgones transmisores de este virus de manera no persistente, entre ellos se encuentra Aphis gossypii.
-Control.
Para mantener BYMV fuera del invernadero se debe proceder a la eliminación de los áfidos vectores y emplear semillas libres de virus.
-VIRUS DEL MARCHITAMIENTO DEL HABA DE BEGONIA Y LISIANTHUS. (BBWV).
El virus del marchitamiento del haba (BBWV) ha sido observado en algunas especies de plantas ornamentales de flores, pero se trata de un virus muy destructivo.
-Síntomas.
-Agente casual.
BBWV contiene un genoma bipartido de ARN de cadena simple envuelto en partículas isoméricas. Se transmiten de una manera no persistente por áfidos y pueden ser transmitidos por la savia.
-Tipo de huéspedes y epidemiología.
Este virus tiene una amplia gama de huéspedes y es transmitido por el áfido Myzus persicae.
-Control.
El control del áfido limita la expansión del virus, además de eliminar las malas hierbas dentro y fuera del invernadero.
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