Técnicas para aumentar el tamaño de los limones. Cómo engordar el fruto

1. Introducción
2. Aspectos fundamentales del cultivo del limón
3. Recomendaciones técnicas para engordar limones

1. Introducción

El cometido de cualquier productor agrícola es obtener una buena rentabilidad de sus cultivos. Para conseguirlo, el camino principal es aumentar todo lo posible la productividad de los mismos. En los cítricos, o en el limón que es el caso que nos ocupa, no es diferente. La producción de los limoneros debe ser, como mínimo aceptable, para conseguir la rentabilidad deseada. Dicho incremento productivo está directamente relacionado con el aumento del tamaño de los frutos, el cual depende de varios factores, a veces relacionados entre sí.

Limones listos para su recolección

2. Aspectos fundamentales del cultivo del limón

A menudo, se relaciona la fase de engorde de los frutos, únicamente, con la aplicación de tratamientos hormonales estimulantes para su desarrollo. Sin embargo, un crecimiento adecuado, así como satisfactorio de éstos, depende de varios factores, los cuales deben ser óptimos, incluso en fases fenológicas de cultivo anteriores al pretendido engorde.

A continuación, vamos a citar los aspectos que pueden resultar fundamentales a la hora de obtener un buen calibre de los limones. Éstos son los siguientes:

Condiciones climáticas

Aunque las plantaciones de limón no se cultivan bajo una estructura, como puede ocurrir con otras especies como las berries o las hortalizas, las condiciones ambientales que incidan sobre el cultivo en un momento determinado, especialmente en sus fases más críticas (apertura de flores y cuajado de las mismas), puede afectar significativamente al resultado final de la cosecha. Por ejemplo, unas temperaturas extremas o un viento demasiado fuerte podrían ofrecer unos resultados negativos. Por el contrario, una temperatura óptima, así como una lluvia moderada en el periodo de máxima demanda hídrica por parte de los árboles podrían favorecer considerablemente el resultado buscado.

Es cierto que las condiciones climáticas en cultivos al aire libre no pueden ser controladas como sucede en un invernadero o en una malla-sombra, pero con cierta anticipación a la información meteorológica, quizá se puede ejercer alguna acción de manejo que ayude a reducir los posibles contratiempos.

Labores culturales

Como hemos visto en otro artículo de esta edición, hay varias tareas que pueden influir de manera determinante en el buen desarrollo del cultivo y, por tanto, en el tamaño de los frutos, que dará lugar a una mayor producción. Algunas de estas tareas importantes pueden ser: el laboreo y limpieza del terreno, la preparación del mismo mediante aporte de materia orgánica y desinfección, poda adecuada, etc.

Variedad

Las variedades cultivadas tienen una gran influencia en el tamaño de los frutos, ya que esta cualidad está determinada genéticamente y, a veces, por muy bien que se maneje el cultivo es el genotipo del vegetal el que determina sus características, entre ellas el calibre.

Riego o aporte de agua

Sabemos que el limonero es un árbol exigente en agua, por lo que una dotación de riego correcta, si la lluvia no hace acto de presencia en los periodos importantes, resulta fundamental a la hora de conseguir la productividad que busca el agricultor.

Fertilización

Esta tarea es realmente importante, siendo necesario que se realice aportando el tipo y la cantidad de fertilizantes que son demandados por el cultivo en cada una de las fases del mismo. El limonero es muy exigente en el aspecto de la nutrición. Por tanto, debe conocerse con exactitud cuáles son esas necesidades, fertilizando de la manera más precisa posible. La respuesta del cultivo a estas aplicaciones, se verán reflejadas, además del vigor de la plantación, en el tamaño y calidad de sus frutos.

Tratamientos fitosanitarios

El estado sanitario del cultivo también es un aspecto fundamental para lograr un buen rendimiento, ya que, si los árboles padecen alguna enfermedad o sufren el ataque desmedido de alguna plaga, la producción se verá mermada, reduciéndose de este modo, el potencial productivo que se esperaba inicialmente.

Tratamientos nutricionales

El aporte vía foliar de nutrientes como pueden ser abonos minerales, extractos vegetales, aminoácidos, etc. pueden resultar muy útiles para que el cultivo adquiera los nutrientes necesarios o tome la fuerza que necesita para engordar los frutos. No se trata de aplicar productos comerciales a destajo, sino de aportar productos concretos en los momentos claves, donde éstos son necesarios. Si se realiza de forma eficaz, el resultado puede mejorar considerablemente.

Nivel tecnológico y formativo

Aspectos como tecnología, formación, capacitación, investigación o previsión de recursos, entre otros, también son necesarios para poder lograr una mayor productividad en el sector. El desarrollo de éstos, así como su correcta aplicación puede hacer crecer de manera importante el rendimiento productivo de las plantaciones, mejorando la rentabilidad y, por tanto, generando más empleo y beneficios.

La gestión eficiente de todos estos factores puede cambiar drásticamente, en un sentido o en otro, el resultado final de las plantaciones de limones. Si bien es cierto que la situación geográfica, con todas sus características (climáticas, de suelo, de agua, de plagas, etc.), también influirá en el desarrollo de los limones.

3. Recomendaciones técnicas para mejorar el engorde del limón

Hemos visto los aspectos principales que pueden afectar al tamaño de los frutos. Ahora, vamos a exponer una serie de recomendaciones técnicas sobre estos aspectos con el fin de lograr un crecimiento adecuado de los limones.

• Estar informado de manera constante sobre las condiciones climáticas de la región, para poder anticiparse con alguna acción previa. Por ejemplo, si se aproxima un aumento de la temperatura, se pueden incrementar los riegos para hacer frente a esa demanda creciente de la evapotranspiración. Del mismo modo, un gran aporte de agua puede suponer una protección contra las heladas.
• Preparar el terreno de cultivo para dotar a la plantación de unas óptimas condiciones de desarrollo, que influirán en el crecimiento de los frutos. De forma general, el aporte de materia orgánica y las labores para mejorar la estructura del suelo suelen dar buenos resultados.
  
• Utilizar siempre semilla certificada o adquirir plantas injertadas en viveros autorizados. Este requisito es determinante para tener un buen inicio. Así mismo, se deben elegir variedades con potencial productivo y que sean compatibles con el patrón a injertar.
• Los limoneros exigen gran cantidad de agua. Por tanto, se recomienda el empleo del riego localizado, el cual puede garantizar un aporte continuo durante todo el año. Además, la cantidad y la frecuencia de riego dependen de factores como la edad del árbol, el clima, el tipo de suelo, la calidad del agua o el sistema de riego, entre otros.
• El manejo del riego es muy importante, por lo que debe ser acertado. Por ejemplo, el proceso de inducción floral está determinado por un periodo de estrés hídrico. Éste se puede provocar retirando el riego durante un periodo concreto determinado, volviéndolo a aplicar posteriormente. De este modo, se puede generar una floración abundante con buenos frutos, pero debe realizarse de manera precisa.
  
• Debe utilizarse, en la medida de lo posible, agua de buena calidad, tanto para el riego como para los tratamientos. La salinidad es un aspecto a tener muy en cuenta. Por ello, se recomienda no sobrepasar los 2 kg de fertilizante por cada m3 de agua de riego para evitar un exceso de sales en el suelo. Un alto contenido de éstas podría disminuir la producción hasta en un 50 %, sin hablar del tamaño de los frutos, que quedarían muy afectados.
• Debido a su gran exigencia en nutrientes, tanto macro como microelementos, debe llevarse a cabo un completo plan de fertilización. Realizar un análisis de suelo sería un buen inicio para conocer qué nutrientes escasean y así aportarlos, equilibrando de este modo la nutrición para el cultivo.
  
• Durante los años de cultivo, se deben administrar los fertilizantes precisos, ya que es una planta que sufre frecuentemente deficiencias, destacando las de magnesio, zinc o hierro, entre otros. Los quelatos de hierro se recomienda aportarlos con ácidos húmicos.
  
• Es aconsejable dejarse asesorar por un técnico especializado, que conozca las necesidades nutricionales en cada fase fenológica y tenga en cuenta los factores que influyen en ella.
  
• Para obtener el máximo rendimiento del limonero, éste debe permanecer sano y fuerte. Por ello, es necesario llevar a cabo las prácticas fitosanitarias que sean precisas para mantenerlo libre de plagas y enfermedades, lo cual influirá de manera determinante en la producción.
  
• Todo el sector debe formarse y documentarse para poder aplicar de manera eficaz las nuevas tecnologías, así como las innovaciones en investigación para lograr así un mejor resultado productivo.
  

Para concluir, hemos visto numerosos aspectos o factores que, aunque no lo parezca, pueden influir de manera determinante en el crecimiento del limonero y, por tanto, de forma directa, en el desarrollo de los frutos, lo que afectará significativamente a la producción final.

Autor: Dpto. Agronomía Infoagro.com