Arándanos. Guía de producción hidropónica de arándanos y berries

1. Introducción
2. Definición y aspectos principales de la hidroponía
3. Aplicación de la hidroponía al cultivo de arándano

---

1. Introducción

Ante la actual situación de demanda creciente de las berries, el arándano entre ellas, se hace necesario la aplicación de técnicas agronómicas que incrementen la producción de estos cultivos. Una de estas técnicas es la hidroponía, la cual ofrece numerosas ventajas como pueden ser: mayores rendimientos, mejor calidad de los frutos, mayor control en el aporte de fertilizantes, ahorro de agua, mejor aprovechamiento del espacio para producir, etc.

Tradicionalmente, el cultivo hidropónico ha estado relacionado con los cultivos de hortalizas bajo cubierta, principalmente tomate, pepino y pimiento, pero en los últimos años los cultivos de berries han registrado una gran aceptación por parte de los productores, especialmente por los de arándano.

2. Definición y aspectos principales

Definición

La hidroponía es un sistema de cultivo en el cual las raíces no se desarrollan en el suelo, sino en un sustrato o medio inerte como puede ser fibra de coco, perlita, roca volcánica, etc. También pueden hacerlo sumergidas en la misma solución nutritiva, donde se encuentran disueltos los principales elementos que las plantas necesitan para un correcto crecimiento.

Aspectos principales

Las plantas absorben los elementos minerales necesarios por medio de iones inorgánicos disueltos en el agua. En condiciones de suelo, éste actúa como reserva de minerales pero no es esencial, ya que las raíces son capaces de absorberlos. De este modo, cuando se aportan los nutrientes al agua ya no se requiere el suelo para que la planta crezca. Casi cualquier planta terrestre puede crecer con hidroponía, aunque algunas lo hacen mejor que otras.

Actualmente, este método está aumentando en zonas donde las condiciones para cultivar en suelo se complican, o simplemente cuando se quieren obtener mejores resultados en la producción. Obviamente, realizando un buen manejo hidropónico se alcanzan rendimientos muy superiores a los que se obtienen con las técnicas tradicionales. Sin embargo, este sistema presenta cierta complejidad, pudiendo surgir algunos problemas. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que al no trabajar en suelo, ya no se cuenta con el efecto tampón (amortiguador) que brinda un suelo agrícola.

La hidroponía es un sistema de producción altamente tecnológico, que supone una fuerte inversión de capital. Se ha utilizado bastante para estudios de investigación en nutrición mineral, siendo hoy en día el método de producción hortícola más intensivo.

Según el medio utilizado para el desarrollo de las raíces, se distinguen tres sistemas:

• En agua con solución nutritiva. Por definición, es el auténtico cultivo hidropónico. El sistema radicular permanece sumergido en una solución nutritiva que contiene los elementos minerales necesarios para su crecimiento. Existen diferentes tipos como el sistema NFT, el sistema de raíz flotante y el sistema NGS. Cada uno de ellos tiene unas características específicas para el crecimiento de las plantas.
• En aire (conocidos como aeropónicos). Con este sistema las raíces crecen en la oscuridad y pasan la mayor parte del tiempo expuestas al aire. Periódicamente reciben la solución nutritiva mediante pulverización a media o baja presión. Las plantas crecen bien debido a la buena aireación de las raíces, ya que la concentración de oxígeno en el aire es 20 veces superior a la que existe en el agua.
• En sustrato con solución nutritiva. El sustrato es un material sólido que sustituye al suelo, permitiendo el desarrollo del sistema radicular. Además, ofrece un anclaje a la planta y aporta una serie de propiedades como son: humedad constante, mejor drenaje, más aireación, facilidad en la absorción de nutrientes, etc. Los sustratos más utilizados son arena lavada, perlita, lana de roca, turba, fibra de coco y tezontle. Por último, la elección del mismo debe hacerse en función de sus características físicas, químicas y biológicas, así como por la rentabilidad que pueda ofrecer.

En cuanto a la solución nutritiva, ésta contiene una mezcla de elementos minerales esenciales, a una concentración adecuada, para que favorezca la absorción por parte del cultivo. Dicha solución debe presentar unos parámetros concretos para que el desarrollo de las plantas sea el adecuado. Los principales son el pH y la conductividad eléctrica (CE). El primero nos indica la acidez, cuyos valores deben estar comprendidos de forma general, entre 5.5 y 6.5, aunque cada especie puede requerir unos valores más concretos o específicos. En cualquier caso, bajo condiciones de cultivo intensivo el intervalo de pH debe ser reducido. Respecto a la CE, ésta muestra el contenido de sales de la solución nutritiva, y por lo tanto, el nivel de minerales que lleva el agua de riego. El valor de la CE estará en función de factores como el estado del cultivo, condiciones del entorno, necesidades del momento, etc.

3. Aplicación al cultivo de arándano

El manejo nutricional es uno de los factores de mayor importancia en el cultivo de arándanos. Sin embargo, éste no puede hacerse en función de las condiciones del suelo como en un cultivo tradicional. El aporte de fertilizantes en un sistema hidropónico debe ser ajustado en función de la composición iónica del agua de riego a las necesidades nutricionales de la planta en cada momento. También cambian las unidades y la distribución de los fertilizantes con respecto al sistema en suelo. Con esta técnica no se puede hablar de kg/ha ni abonado de fondo ni nada parecido. El aporte de nutrientes es continuo y se trabaja con otras unidades como meq/l (miliequivalentes por litro), mmol/l (milimoles por litro) o ppm (partes por millón).

A la hora de elaborar una solución nutritiva para el cultivo de arándano, no hay una general o estándar, sino que existe una amplísima gama. Éstas deben calcularse en base a varios factores, siendo los principales el estado de la planta y las características del agua empleada. Las tablas 1 y 2 muestran una recomendación de macroelementos y microelementos, respectivamente.

A continuación, se exponen una serie de recomendaciones para facilitar el manejo de la fertirrigación en el cultivo hidropónico del arándano. Son las siguientes:

• Manejar concentraciones, es decir, trabajar con una disolución equilibrada que permita a la planta tomar lo necesario en cada momento. Dicho de otro modo, operar con la relación fertilizante/agua.
• Mantener los equilibrios básicos requeridos entre nutrientes, sin provocar cambios bruscos para la planta, asegurando de este modo su óptima absorción sin antagonismo
• Asegurar que cada sesión de riego suministre todos los nutrientes necesarios al cultivo, en función de la etapa de desarrollo en que se encuentre.
• Optimizar el uso de fertilizantes.
• Controlar el pH de la solución, facilitando además el mantenimiento de los sistemas de riego. Unos valores de pH = 5.5 – 6.5 favorecen la disponibilidad de nutrientes. Por el contrario, un pH inferior a 5.0 puede provocar deficiencias de N, K, Ca, Mg y B principalmente, y superiores a 6.5 pueden disminuir la asimilación de P, Fe, Mn, B, Zn y Cu.
• Controlar la conductividad eléctrica, para que de esta manera no se aplique un exceso de fertilizante, existiendo con ello un riesgo de salinidad, ni por el contrario un déficit que originaría las correspondientes carencias de elementos.
• Examinar las fuentes y/o formas de fertilizantes elegidos para conseguir una absorción óptima.
• Considerar la relación nitrato/amonio, ya que las plantas de arándanos se desarrollan indistintamente con amonio o nitrato, siempre que se mantenga el pH adecuado en la solución nutritiva (Wild, 1992). También es importante tener en cuenta que la presencia de nitratos estimula la absorción de cationes.
• Vigilar los antagonismos: Se destacan tres principalmente, potasio – calcio – magnesio, fósforo – microelementos, y amonio – potasio – calcio.
• Para mejorar la absorción de calcio hay que favorecer la evapotranspiración, no generar estrés que provoque cierres estomáticos, no acumular sodio ni cloro y no generar una CE elevada.
• No acumular niveles altos de sulfato, ya que no es un nutriente esencial. Se puede aplicar en los casos que se quiera bajar el pH.
• Gestionar bien el riego es uno de los aspectos más importantes.
• Realizar el seguimiento de la solución nutritiva que apliquemos en cada momento del cultivo.

Como hemos visto, realizar una inversión para la instalación de un cultivo hidropónico de arándano, o de otros que puedan ser rentables, supone algunas ventajas a tener en cuenta, empezando por el aumento productivo, y por tanto, la obtención de mayores beneficios. Pero también es cierto que su manejo requiere de una formación, de un mantenimiento y de una supervisión continua. Por lo que el productor debe decidir si este sistema le merece la pena o no.

Autor: Dpto. Agronomía Infoagro.com