El subproducto resultante de la manipulación de la alcachofa en la industria conservera está formado por un conjunto de brácteas y trozos de tallos que se descartan para el consumo humano, después de haber pasado por un proceso de cocción. El contenido en materia seca es de un 14 %.
Como subproducto puede utilizarse en fresco, así como ensilado. En este último caso se obtiene un alimento estable con un pH medio de 4.2.
El contenido en proteína del residuo de alcachofa cocida es de un 14 % sobre materia seca. El extracto etéreo de un 2-3 %, mientras que el contenido sobre materia seca en FND y FAD es de un 51 y 35 %, respectivamente. El contenido en lignina de un 8% y el de cenizas de un 3-4 %.
La ingestión de este subproducto no conlleva problemas, registrándose ingestiones en ovino del orden de 70 g de materia seca por Kg de peso vivo metabólico. La digestibilidad de la materia orgánica de este subproducto es de un 75 %. La fracción de nitrógeno soluble de la alcachofa es muy baja, siendo elevada la degradabilidad efectiva de la proteína (84 %), e igualmente elevado el ritmo de degradación de la misma (23 %/h).