A diferencia de las campañas anteriores, comienzan a observarse ya orugas de la segunda generación de orugueta del almendro (Aglaope infausta) alimentándose de las hojas de los almendros, por lo que seria aconsejable permanecer atentos a su seguimiento y controlados en el primer momento de su aparición. En esta segunda generación, las pequeñas orugas de unos 10-15 mm de longitud, tienen unos efectos muy destacados, reduciendo la fotosíntesis del árbol casi al completo al devorar el envés de las hojas con voracidad, pudiendo (legar dañar los árboles hasta defoliarlos considerablemente e incluso descompensar el crecimiento del árbol y envejecerlo, alimentándose de hojas, brotes y piel de los frutos tiernos.
Ciclo biológico
Las orugas de la primera generación crisalidaron a comienzos de mayo y al final de este mismo mes empezaron a verse las primeras mariposas, que se aparearon rápidamente e hicieron las puestas sobre las rugosidades de la corteza, formando nidos. Han eclosionado a mediados de junio, apareciendo las nuevas orugas de la segunda generación, las cuales, dependiendo del calor que haga, tendrán mayor o menor actividad (con mucho calor sólo se alimentan durante unos pocos días) y al final forman los nidos (pequeños capullos de color claro) en las heridas y resquebrajaduras de la corteza para pasar el invierno en estado de oruga y permanecen así hasta la primavera siguiente, cerrándose el ciclo.
Control
Para su control hay que tener en cuenta la importancia de:
- Favorecer la proliferación de poblaciones de insectos auxiliares, racionalizando el uso de productos fitosanitarios.
- Retirar y destruir los restos de poda.
- En caso de tener que aplicar productos fitosanitarios, sólo se utilizarán los que estén autorizados por el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios, y el Reglamento de Producción Integrada, y siguiendo las indicaciones de la etiqueta y el Técnico responsable.
Fuente:RAIF